martes, 11 de septiembre de 2007
11 de Setembre...2007
Aunque lo que celebran como su Día Nacional es una dolorosa y amplia derrota militar, siempre he pensado que los catalanes tienen en su Día de la Diada algo positivo, algo sagrado.
Como es habitual en sus fiestas, salen a la calle, se muestran más amables con los foráneos, sacan a relucir en balcones, buses, camisetas y en las manos de los niños la senyera, su bandera.
Es decir, a pesar de todos los problemas intestinos que puedan llegar a tener entre los nacionalistas moderados, ultranacionalistas y catalanes “buenaonda” que pasan de las dos anteriores (mis favoritos), uno como extranjero alcanza a percibir que el Onze de Setembre se hacen uno solo y bailan, y escuchan su música, y aplauden a los castellers, y van al Parc de la Ciutadella a tomar el sol, escuchar soporíferos discursos y reencontrarse pacíficamente con ellos mismos, con su identidad y con el impresionante entorno multicultural que les rodea.
Hace un año me dijeron algo muy cierto: Todas las cosas buenas que veo por acá me emocionan porque las quiero ver en mi país. Y si estoy acá no puedo hacer nada para que eso suceda.
Esta Diada no la olvidaré nunca. Quién sabe si sea la última que vea en vivo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Mijo!!
Que emoción que ya estás escribiendo más...
Lo malo es que mi Carolina está en el "hospital" moribunda y no tengo mucho tiempo de leerte... pero ya me pondré al tanto!!
Abrazo!
Publicar un comentario