miércoles, 24 de enero de 2007

¿Y qué, y qué?

¿Recuerdan cuando siendo uno niño (o niña, es igual), estas palabras solían ser las utilizadas cuando, probablemente sin mayores argumentos a la mano, nos defendíamos de algún ataque ya fuera externo o proveniente de nuestros mismísimos adentros?

Ahora vuelven a mi cabeza en momentos en los que, ajeno a ataques externos me veo metido en desvelos no deseados, amaneceres tardíos y cargados de legañas, tesina aletargada por mis propias desatenciones e invenciones del estilo: 'tengo un chingo de cosas qué hacer, hoy apenas puedo concentrarme en revisar entrevistas'..., jodido eh?

Jodido sobre todo porque esas invenciones son simples trámites, compras cotidianas que van desde alimentos y dispositivos para aumentar la memoria de mi ordenador, hasta trámites que no representan más allá de una hora de mis días, pero cuya previa cocción la maquilo como si fuera a sacar la visa de estudiante australiana.

¿Cómo me respondo? ¿Y qué, y qué?Al cabo en cualquier momento me pongo al tiro, espabilo de una buena vez y hago la tesina que esperaba el mundo académico en ambos lados del Atlántico.

¿Y qué, y qué? Tengo sueño a cada rato porque el jet-lag está cabrón; estoy confundido en mi paso por las aguas de lo sentimental porque ha pasado poco tiempo entre una revuelta emocional y otra y fui incapaz de dejar descansar a mis hormonas y a mi facilote corazón.

¿Y qué, y qué? Falto de argumentos, recluido en lecturas y películas, espero que el aterrizaje forzoso al que me estoy enfrentando no vaya a más, que las llantas salgan cuanto antes de su escondite, no estén desinfladas y me permitan repostar de una buena vez en esta, mi segunda casa, la que tantas sonrisas y sinsabores me ha brindado, y que ahora se presenta ante mí cargada de nuevos significados, la mayoría de ellos aún por ser codificados y asumidos.

Extraño al sujeto que vivía antes por acá, aunque el nuevo, al que apenas estoy conociendo, tampoco me cae tan mal. Ya veremos. Tengo un nuevo compañero de piso: yo.

lunes, 1 de enero de 2007

End of the World Party

Ideas hay, algunas, pero este texto tendrá que esperar. Titulado sin permiso de Medeski & Co.

Mano ocupada

Posted by Picasa

En esas ando

¿Y por qué no? A medio paso de ver cómo comienza a mi alrededor un nuevo año y después de escuchar la palabra cliché como un eficiente discurso para todos aquellos y aquellas que no nos atrevemos a hacer el ridículo, caer en el cliché y proponernos a implementar alguna novedad en nuestras vidas, me he impuesto, sí, impuesto, sostener un blog, esa fiebre virtual nada novedosa (Nunca llegó a tiempo al tren de la tecnología, diría mi epitafio) por la cual he llegado a conocer rostros divinos y caras terroríficas de personas a las que probablemente jamás hubiera adivinado discurrir por ciertos caminos, lo cual me ha encantado y animado.
Ando a tientas; ando a media luz; ando con gerundios; ando triste; ando a ratos; ando feliz; ando a ratos; ya me voy y no me quedo, pero si me quedo me iré a un lugar desde nadie me querrá conocer y desde donde a nadie querré conocer. Ando ansioso, siempre; ando satisfecho, vi, me dejé ver y no me desagradaron los reflejos en ninguna de las dos direcciones. En esas ando.