viernes, 4 de enero de 2008

Tic, tac, tic, tac


Los relojes corren. Corren los de los aparadores del centro y sus alrededores, los de mi habitación, los de las iglesias, y todos suenan nítidos en mis oídos. Un día hace frío y otro ya no tanto (vaya observación tan sosa, me acabo de dar cuenta), y así pasan estas primeras horas del 2008.

Las Bones Festes catalanas han sido extrañas, tal como tenían que serlo; en eso no hay ninguna sorpresa, pero por lo menos he visto y abrazado a todos y a todas a quienes quería abrazar, aunque sólo fuera por unos minutos (Las noches no son tan largas como cuentan algunos poetas).
La hemos pasado muy bien, ha habido notables y prolongados momentos de felicidad y el balance es en extremo positivo.

Son las 3:48, veo Friends en Cuatro, tengo mucha hambre y sólo tengo una pizza Tarradellas pa comer...y algo de ensalada con queso feta, claro está. Hemos tragado delicioso todo diciembre, así que no pasa nada si ahora caigo en la fast food por unos días. Justo ahora puedo escuchar el reloj en mi muñeca, y sí, hace tic-tac-tic-tac.

La FNAC, ese bien llamado "hipermercado cultural" está a tope de cosas buenísimas; sólo quiero ser rico algún día para gastar como pendejo en lugares como la FNAC.

La ciudad, bueno, retacada de turistas, Museu Picasso incluido. Fui con Álvaro esta mañana y he visto las obras que el señor ése fue coleccionando a lo largo de su vida. Una maravilla (hasta eso tenía buen ojo el malagueño, jeje).

Ahí, me topé por primera vez con uno de los cuadros más inspiradores que he visto en mi vida: "Naturaleza Muerta con Naranjas", de Matisse.
De él, dice Picasso: "Tanto si está cerca de la naturaleza como si no, siempre sabe rellenar correctamente una superficie con una tonalidad, únicamente porque armoniza con las demás tonalidades de la tela".

El cuadro me inspira a saber mezclar, elegir tonalidades, sentimientos, momentos y colores. A luchar por ser capaz (e intentarlo todos los días) de armonizar todos esos elementos desde mi interior y regalárselos a la naturaleza, a quienes amo.

Como en un buen reportaje; como en la amistad; como en todas las relaciones..., como si la vida entera fuera desde ahora ese lienzo blanco que Matisse tuvo algún día frente a él.

2 comentarios:

El Corazón de Chiara dijo...

No hables de relojes.
Puta madre... te acuerdas del día en que llegué a Barcelona y estabas tu esperandome sentado en las escaleras de la sala de llegadas??
Yo me acuerdo... y ahora mas... y no se me va a olvidar... y no quiero despedirte... NOOOOOO QUIEEEEROOOOOO

enriquej dijo...

Claro que me acuerdo mensa...y la verdad es que ahora me cuesta trabajo escribirte.
Te voy a extrañar un chingo...a todas tus versiones: rockera, madre, pareja, anfitriona, amiga, chale...