lunes, 24 de agosto de 2009

ESTA SEMANA TE VI DE LEJOS

Te vi hacia el viernes. No estabas lejos de la parada del autobús, pero creo que me equivoqué y tal vez no eras tú. Pero no pasó mucho tiempo y volví a verte, y otra vez era viernes, o por lo menos eso creía, porque de fechas y cosas de ese tipo ya no quiero saber gran cosa.

Esta vez te vi en una tienda de nieves de garrafa, comprando una de guayaba con coco, pero pensé: “No puede ser ella, no le gusta el coco”. Así que volví a desechar la idea de que te vi el viernes.

No hace más de una hora te volví a ver; estoy seguro de que te vi y estoy seguro de que en algún lado algo me señalaba que era viernes y que ahora todo coincidía: tu cabello, tu gusto por los antojitos mexicanos, una blusa azul cielo, una sonrisa que todos podían escuchar en el restaurante, desde la cajera hasta la niña que estaba al fondo tomando una fanta de naranja.


"Where do you go to my lovely... Tell me the thoughts that surround you
I want to look inside your head..."

Cuando decidí quitarme los lentes oscuros para poder enfocar como Dios manda y no tener dudas, el reflejo del sol me dejó por un momento viendo todo blanco, así que tuve que esperar unos segundos para que mi vista pudiera hacer su trabajo. Habías desaparecido entre la gente; tal vez habías pagado y te habías subido a un coche sin que me diera cuenta y me entristecí, por no haber confirmado si eras tú o no.

Pero inmediatamente me tranquilicé y dejé de maldecir al sol por haberme encandilado cuando comprobé en el pequeño calendario de una tienda a un lado del restaurante que no era viernes, que no era posible que estuvieras aquí si no era viernes.

El siguiente viernes sin duda será viernes, ya lo comprobé en muchos calendarios. Creo que te vi atravesando una puerta automática con muchas maletas encima, y creo que tenías los ojos un poco cansados por el viaje, pero nada grave.

Dime que sí eras tú la que vi el viernes, para no dejar de sonreír.

No hay comentarios: