domingo, 21 de septiembre de 2008

Mosaico puntillista y una pila de fotos

Estoy cansado, algo desvelado, y con un dolor de cabeza que no termina de consolidarse que me jode la tarde un poco. No me quejo, sólo señalo mi condición física a la hora de escribir estas líneas.

Leía sobre los mosaicos, los viejos, los viejísimos y los actuales, donde Youtube, Internet en general y la televisión son los grandes mosaicos con los que nos topamos (los bizantinos son un chiste, pienso), nos saturan de información, rostros, sonidos, publicidades, gritos, mujeres buenísimas, políticos de hueva, fútbol de mierda y uno que otro partidito decente, alguna serie entretenida, dos o tres bombazos en Morelia y en Islamabad... ya no recuerdo cuántos murieron en uno y otro.

Son mosaicos que se nos arman todo el día y todos los días, querámoslo o no. Hoy mismo, sin ir más lejos, salí a la calle y vi mi mosaico particular, creado con voces, fotos, películas, canciones y el simple y llano presente. Está formado por Londres, el pozole que me tragué ayer, los 21 años que ya tiene mi hermano “el chiquito”, el deber materializado en hojas y hojas por leer y calificar, el coche que hay que revisar, la música que quiero bajar, la goleada del Barça (6-1, bravo muchachos), la derrota de Pumas (0-1, muy mal pendejos), la cara de mi papá riéndose porque le eché carrilla al novio teto de una prima, el sueño que traigo, las ganas de escribir...

Aquí me detengo. El paisaje de mi mosaico dominguero es enorme y sólo quise poner una muestrita de nada. ¿Dije que estaba cansado, verdad?

Eso sí (vuelven mis fuerzas después de un sandwich de atún), tiene una llamada telefónica con un océano de por medio que resalta agradablemente (se ve ahí, en el centro del mosaico. ¿La ves?, está junto al pozole, la lluvia de la tarde y mis recuerdos de la Mercé. Allí, donde estoy sonriendo). Tiene unos tequilas con Julia, diluidos por la lluvia que no dejó de caer y una llamada de Fabio, que ya aterrizó con Lulú y Chiara en Guadalajara -mi proyecto “Me quejaré de ellos en el blog por no llamar” está oficialmente cancelado- y le da al mosaico un toque luminoso. Tiene a un indigente pintado de payaso que carga una guitarra y recorre, empapado, las ventanillas de los coches por una moneda, y le da al mosaico ese toque de amargura, indignación e impotencia propio de un óleo impresionista de un holandés sin oreja.


The Cure dos veces en menos de un mes... curioso.

He mirado tanto tiempo tus fotos. Me gusta, pero no me encanta. No quiero pensar que son reales, ni que sean todo lo que puedo sentir. Por eso ya tengo un boleto a Inglaterra.

(Cambio de letra autorizado por Robert Smith).

1 comentario:

JULY dijo...

1. yo vi unos mosaicos bien chingones en La Alhambra, pero la neta tu mosaico de este post está más "enjundioso" y más chido.
2. Felicitaciones al Sandwich de atún que patrocinó gran parte de tu post. De ahora en adelante, tomaré a tan ordinario pescado como fuente de inspiración.
3. Yo no diría que es "CURIOSO" el que hayas puesto a The Cure 2 veces en un mes... yo más bien diría que tu gusto musical ha mejorado y que sabes reconocer a los grandes.
4. Ya decía yo que Robert Smith es muy sabio al autorizar semejante cambio de letra. Llegador.
5. BSo