martes, 9 de junio de 2009

ECOS



Tuve un eco de Berlín. Tuve un eco de “Stay”. Tuve un eco de la primera vez que estuve en la Columna de la Victoria. Tuve un eco de la Alexanderplatz. Tuve un eco de lo que esa ciudad y esa canción han significado en mi vida.

“And if you look, you look through me…”
La imaginaba gris, seria, adusta, contaminada de nostalgia. Nada. Berlín era la primera ciudad que, cuando la vi desde el avión, me suplicaba que abandonara cualquier prejuicio y me diera la oportunidad de conocerla (y por ende a cualquier ciudad y a cualquier persona) sin juzgarla por lo que has escuchado o leído sobre ella. Difícil ejercicio, porque los prejuicios nos encantan a los humanos. Creo que fue Jung quien dijo aquello de: “Nacemos originales y morimos copias”.

“Stay” fue mi primera guía por Berlín. Ansiaba estar en la Siegessäule, ese ángel del Tiergarten desde donde un irlandés (tal vez ebrio) podía ver la ciudad entera. No llegué tan alto, pero con tanto verde y tanta historia alrededor, el viaje ya valía la pena.

Vi el mundo a través de Berlín, de sus muertos y sus vivos; de sus nazis enterrados y de sus iglesias derruidas; de sus parejas aprovechando el verano y de sus trenes circulares, que igual pasan por larguísimos terrenos áridos y solitarios, que por barrios repletos de gente, pasión, movimiento y alcohol. Sentí vértigo.

Aplastada y renacida tantas veces, Berlín es la mejor metáfora de la vida con la que me he topado.

“You can go anywhere… Miami, New Orleans, London, Belfast and Berlin”
París es muy especial. Londres es parada obligada. Buenos Aires fue un placer. Barcelona es hogar. Pero Berlín, llegar solo a Berlín, era otra cosa. “Puedes ir adonde quieras”, recuerdas que recordaste a Bono. No ir adonde “debes”, sino “adonde quieres”. Vértigo otra vez, aunque ahora era vencido por una enorme alegría frente a semejante epifanía.

Ahora, a casi 4 años de aquel viaje, todo esto volvió a mi mente. Sin aviso ni nada, simplemente volvió. Es una de las mejores cosas de haber nacido (ver post anterior): tener memoria. Regresé a Berlín dos años después con mi hermano por "culpa" del Mundial. Berlín y yo nos volvimos a guiñar el ojo. Volveré.

Faraway, so closeTan lejos, tan cerca… película, frase, modo de vivir, estrategia de espera, antídoto contra la nostalgia…

Stay... and the day would keep its trust
Stay... and the night would be enough
.

No hay comentarios: