
Empiezo con la letra de esta porquería de canción -la cual entonaba con especial ímpetu Dyango (catalán por cierto)- para referirme a un tema que me había reservado por puritita precaución, pero ahora, y después de haberlos visto en vivo en enero, puedo decir a las claras: El Barcelona está muuuy cabrón. Andamos metiendo de 3 goles para arriba por partido y el Madrid está tan lejos, tan lejos..., nada más y nada menos que a 12 puntitos, y ya no digamos el resto, que andan como a 20 ó 22 puntos detrás de los chicos de Guardiola, todo un modelo dentro y fuera de la cancha el cabroncete.
Y así, con el enorme gusto de poder iniciar este post con el orgullo futbolero a todo lo que da (los Pumas también andan bien), continúo con otros temas de interés absolutamente particular, por ejemplo, la noticia de que el otro González, Adolfo, el hermano pequeño, también se va para Barcelona en pocos días, a seguir estudiando su carrera de Letras en la UB.
Mi madre, entre resignada y sonriente, nomás le echa la bendición y le advierte que se cuide, que coma bien, que no se preocupe, que gaste lo que quiera en pendejadas, que viaje cuando pueda, etcétera, etcétera, etcétera. Nada me hubiera gustado más que coincidir con mis dos hermanos por allá, pero me quedo con el gustazo de que Álvaro y Adolfo lo vayan a hacer. Salud por eso!
Y por hoy ya está, no sin antes dejar una muy buena canción de los Last Shadow Puppets, altamente recomendables, sobre todo para olvidar lo antes posible el trago amargo de Dyango y su "cobardía de mi amor por ella", la cual "hace que la vea igual que a una estrella..." ASCO.